Desmontando los mitos del vapeo

Inicio > Blog > > Desmontando los mitos del vapeo

José María Ignacio García

Jefe del Servicio de Neumología en Hospital Quirónsalud Marbella y Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar

Artículos

Desmontando los mitos del vapeo

Temática: Adicciones Sustancias - Artículos -

“No es tabaco, no hace daño.” “Es solo vapor de sabores.” “Mejor vapear que fumar.” Estas son frases que se repiten entre adolescentes mientras sostienen un vape en la mano. Con el tiempo, se han convertido en auténticos mitos que se extienden de aula en aula.

El fenómeno del vapeo crece a un ritmo alarmante entre los jóvenes. Cada vez hay más dispositivos en el mercado, más llamativos y accesibles. Y como docentes, no podemos mirar hacia otro lado: esta práctica afecta no solo a la salud del alumnado, sino también a su percepción del riesgo, sus relaciones sociales y su forma de enfrentarse a la presión de grupo.

Con sabores atractivos, mensajes engañosos en redes sociales y una peligrosa sensación de “no pasa nada”, el vapeo se presenta como una opción inofensiva. Pero nada más lejos de la realidad. Necesitamos herramientas para entender, abordar y acompañar a nuestro alumnado frente a este reto.

Vamos a desmontar algunos de los mitos más comunes:

MITO 1: “NO ES TAN MALO COMO EL TABACO TRADICIONAL”

Compararlo con el tabaco convencional puede llevar a una falsa sensación de seguridad. Es cierto que los cigarrillos electrónicos no contienen alquitrán ni producen combustión, lo que reduce la exposición a algunas sustancias cancerígenas. De hecho, algunos estudios apuntan a que podrían ser menos dañinos en adultos fumadores que logran dejar el tabaco por completo.

Pero eso no significa que sean seguros, especialmente para los adolescentes.

La mayoría de los vapers contienen nicotina, una sustancia altamente adictiva que afecta negativamente al cerebro en desarrollo. Además, los líquidos vaporizados contienen compuestos químicos poco regulados, capaces de provocar irritaciones respiratorias, daño pulmonar y efectos en el sistema cardiovascular. El vapeo también puede actuar como puerta de entrada a otras sustancias.

Un solo pod puede contener tanta o más nicotina que una cajetilla de cigarrillos. Y lo que es peor: su uso está normalizado y trivializado entre los jóvenes, lo que agrava los riesgos.

MITO 2: “SOLO ES VAPOR DE AGUA”

Error. Lo que se inhala y exhala al vapear no es agua. Es un aerosol que puede contener nicotina, metales pesados, partículas ultrafinas y compuestos orgánicos potencialmente tóxicos.

En jerga juvenil: este mito sería un “literalmente falso”.

MITO 3: “VAPEAR NO CREA ADICCIÓN”

Falso. La nicotina es altamente adictiva, especialmente en cerebros en desarrollo. Además, el vapeo puede ser la puerta de entrada al consumo de otras sustancias, como el tabaco. Muchos jóvenes que nunca han fumado lo prueban creyendo que es algo inocuo, sin saber que están dando el primer paso hacia una dependencia.

MITO 4: “LO HACEN POR MODA, ES ALGO PUNTUAL”

La mayoría empieza por curiosidad o por presión social. Pero la facilidad para esconder los dispositivos, la falta de olor y la normalización en su entorno convierten el consumo en algo habitual, que muchas veces pasa desapercibido.

Como adultos de referencia, necesitamos normalizar la conversación, ofrecer datos reales y fomentar una cultura de prevención basada en la escucha y el diálogo.

¿LITERAL O FAKE?

Muchos mitos se cuelan en las conversaciones de nuestros estudiantes, y el del vapeo es uno de los más frecuentes. Escucharles con atención es el primer paso para acompañarles mejor.

Desde Stay Healthy te proponemos abrir este diálogo en el aula, con nuestros talleres que ayudan a desmontar falsas creencias sobre el vapeo y otras adicciones, siempre con datos contrastados, lenguaje cercano y en un espacio de confianza, como es su clase.

Puedes conocer más e inscribirte en: stayhealthyaulavirtual.es

¿Has aprendido algo con este artículo?

0 / 5. Recuento de votos: 0

Recuento de votos: 0